bebiendo de su verdad,
marchitandose como una flor
pintada en el muro abandonado
ayer hoy y siempre
el que encontró el amor de su vida mil veces
y mil veces lo perdió
amarrado por las cadenas de la fatalidad
ayer, hoy y mañana.
y se siente como un cuchillo caliente
como quien se ahoga lentamente
como quien se marchita en el viejo muro...